Llegada a Nicaragua

Llegada…….. Después de un largo viaje, llego de nuevo a Nicaragua. La primera impresión que tienes al salir del aeropuerto, además del calor sofocante y el gran bochorno, es la mezcla de olores, y no hablo de olores nauseabundos, sino todo lo contrario. Es difícil de describir el aroma de este país pero es una de las impresiones ya olvidadas por mí, que con mi primer paso en Managua me vino todo un enjambre de recuerdos que mantenía olvidados en mi subconsciente.

Ya una vez en Granada y más concretamente en La Prusia, el barrio en donde estoy trabajando, todo ha cambiado muy poco. Es cierto que personas a las que apreciaba ya no están aquí, y  hay otras que han llegado nuevas a las que aun no conozco, pero la idiosincrasia y filosofía de vida no ha cambiado nada desde mi marcha.

No se si está mal que lo diga, pero lo curioso es que la mayor parte de la comunidad se acordaba de mi, no sólo de mi cara sino incluso de mi nombre. Los chavalos/as que atendí cuando estuve aquí están todos muchos más grandes e incluso alguno tiene ya su propia familia, con nuevas perspectiva e ilusiones de futuro, que poco a poco os iré contando a todos/as.

Cuando estuve aquí en el primer proyecto se estaban construyendo 30 casas y sólo había viviendo 6 familias. No había plantas, ni flores y lo único que podrías ver eran sacos de cemento y montones de arena. Ahora esta todo mucho más bello, las calles del proyecto están llenas de flores y plantas que le dan un colorido creo que único en el mundo; se construyo en el centro del proyecto una zona recreativa para los más pequeños en donde hay columpios y una especie de cancha para jugar a miles de juegos. Aquí no hay Play Station, ni ordenadores y por supuesto internet, pero para ellos no les hace falta nada de eso; es aquí donde realmente aprecias que la vida no es sólo algo material, esto puede sonar como algo obvio y repetitivo pero hasta que no estás acá no tomas conciencia que con poco se puede ser igual o más feliz que cualquier chavalo/a de España.

La vida acá comienza en torno a las 6,00 de la mañana, en donde ya puedes escuchar la música (bachatas y salsa por supuesto) a todo trapo, encuentras el camino lleno de mujeres y niños/as haciendo los quehaceres de la casa: lavando la ropa a mano, tendiendo la ropa y las sabanas lo que le da también un gran colorido, regando el piso para que se levante mucho polvo y dejando sus modestas casas pulcras y listas para hacer la vida del día. Y esa es su filosofía…….. el día a día, sin pensar mucho en que ocurrirá mañana.

Ya en las casas con los voluntarios/as me encuentro a 25 personas a las que tengo que coordinar en los distintos trabajos que desempeñan. Hay gente de España en su gran mayoría Vascos y Catalanes, también austriacos, chileno, mexicana, franceses y estadounidenses. Todos/as con mucha ilusión y fuerza de voluntad para afrontar los distintos problemas que le van surgiendo en su trabajo. Más adelante dedicaré mas tiempo para explicar mejor en qué consiste el trabajo que hacen y cómo van afrontando  con delirio su trabajo. Es muy confortable encontrarte con personas que llegando desde distintas partes del mundo, tienen un pensamiento semejante  y que son capaces de dejar todo para venirse acá y poder ayudar para el desarrollo de la comunidad. Esto hace sentirte que no eres un bicho raro, y que hay muchas más personas de las que uno pueda imaginar con esos propósitos, y con esa ilusión y ganas de cambiar el mundo desde el terreno. Para cada uno de ellos y para todas las personas que intentan cambiar el mundo a través de su esfuerzo va este tema de David Bowie, ya seguiré informando por ahora todo genial, y gracias por vuestro interés.