Desde hace un mes para acá, y
justamente con la llegada de la época de lluvias, la casa de voluntarios/as se
ha llenado de guardabarrancos. Este es un pájaro muy típico de los departamentos
de Masaya y Granada. Vive en el bosque, por lo que acá en La Prusia se puede
encontrar a todas horas.
El pasado sábado mientras estaba
en casa trabajando se posó un guardabarrancos en la misma puerta de mi casa y
se me quedo mirando como si me conociera de toda la vida; perecía como si
quisiera decirme algo o preguntarme… el caso es que después de este encuentro
me veo en la necesidad de hacerle este artículo a este pájaro tan peculiar
El guardabarranco Mide 34 cm. y
pesa 65 grs. Es relativamente pequeño, con un patrón muy llamativo. La cola
presenta raquetas grandes al final del raquis desnudo y largo. Tiene alas
cortas y redondas y la cola larga con las plumas extremas en forma de raquetas.
Sus patas son cortas y los dedos sindáctilos. El pico es alargado, ancho y
normalmente cerrado.
Su nombre Científico: Eumomota
superciliosa Nombre Común: Guardabarranco Común Esta colorida ave es fácilmente
reconocida por su larga cola rematada por dos plumas azules. Estos se alimentan
principalmente de insectos. Cavan su nido en un hoyo en la tierra, para poner
sus huevos. Esta hermosa ave de singular belleza y policromo plumaje es
tradicionalmente reconocida desde los años 80 como el ave nacional de Nicaragua,
pero ningún decreto legislativo o ejecutivo lo ha oficializado como tal, a
pesar de que los libros de texto oficiales así lo mencionan.
Normalmente son de costumbres
solitarias. Se posan en una rama durante largos períodos, moviendo sus colas a
modo de péndulo.
La nidificación se realiza en una
madriguera excavada por la pareja o en cuevas o nichos naturales, en áreas
calizas. La puesta consiste en 3 o 4 huevos blancos, depositados directamente
sobre el suelo, donde son incubados.
Remotas leyendas mayas
aseguran que en la mañana en que los Altos Señores del Alba y del crepúsculo
crearon el mundo americano, los vientos, soplando en círculos mágicos sobre la
cima de un árbol guayaco, condensaron su espíritu, y que enseguida del remolino
de las hojas verde azules, como una flecha, voló el primer guardabarranco.
Por eso, desde los más
mitológicos tiempos, su augusta belleza está presente en los fastos y
tradiciones del Nuevo Mundo. Admirado de su galanura y señorío se hizo vivir de
sus leyendas, al lado de sus deidades, representándolo con mucha frecuencia en
sus códices y pictogramas.
El guardabarracos es un pájaro que no se puede vivir en
cautividad, ya que esto le hace perder los vervios y comienza a quitarse las
plunas por si mismo y se deprime hasta la muerte.
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